Lo dicho ayer por el líder del Movimiento Tierra y Libertad, Marco
Arana, solo demuestra que el camino a la solución del conflicto sobre el
proyecto Minas Conga, en Cajamarca, no será fácil.
“La dificultad de este tema es que no tenemos la disposición de negociar
nuestro derecho al agua y denunciamos la destrucción de las fuentes naturales
de agua, por eso nuestra posición es que Conga no debe ir”, expresó en RPP.
Arana insistió en que las tres condiciones que deben darse para frenar
la violencia en la región son la paralización de las actividades mineras y el
retiro de la maquinaria de la zona, la desmilitarización de algunas provincias,
y el compromiso de la población de no afectar bienes públicos ni personales.
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“Conga es parte del problema, hay que mirar el rol de la minería en el
desarrollo general de Cajamarca”, remarcó.
Por su parte, el premier Oscar Valdés indicó que la agresión que
sufriera Arana la semana pasada, durante y después de su detención, fue “un
error” cuya responsabilidad recae en el jefe de operaciones de la zona, y negó
que haya habido alguna directiva del gobierno para tal fin.
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